Empezar en el BDSM

Proceso de crecimiento personal.

La gran mayoría de las personas empieza a practicar las técnicas BDSM de forma gradual, a lo largo de su desarrollo sexual natural (nadie se despierta un día y, de repente, se compra un potro y un traje de látex).

En este sentido, las autolesiones que se generan muchas adolescentes (y, en menor medida, los adolescentes varones) parecen estar relacionado con el desarrollo de la identidad sexual y ya se aprecia el dolor físico como algo placentero.

empezar bdsm

Generalmente, la secuencia para avanzar hacia el BDSM es:

  • Primero, fantasear con el tema en alguna de sus vertientes (muchas veces, como parte de una situación de gran frenesí imaginado).
  • Segundo, emplear estas fantasías (y, si cabe, algún apoyo audiovisual o literario) como parte de alguna forma de masturbación.
  • Tercero, llevar la fantasía a la realidad (si hay posibilidad), de forma no sistemática, y habitualmente, en un entorno de pasión desatada.

BDSM, edad y proceso de maduración.

A medida que la persona va madurando, suele clasificar los estímulos que le excitan, reflexionar sobre ellos, profundizar en su intensidad y complejidad, y solicitarlos de forma, más o menos, sistemática cuando empieza una relación nueva.

Es por ello, que no es habitual encontrar practicantes heterosexuales de BDSM menores de 30 (ellas) y de 35 (ellos), ya que primero se desarrolla la sexualidad vainilla…

Y, sí, para esto, también los hombres tardan más en madurar… Salvo, el colectivo homosexual, que empieza antes, experimenta más y la guía de la edad no es aplicable.

El proceso de descubrimiento e integración de las prácticas BDSM en la sexualidad general del individuo no es lineal (pocas cosas lo son en los humanos), y es posible que se produzcan tanteos (por ejemplo, al iniciarse con una nueva pareja) que no se estabilicen.

Asimismo, dado que los límites de qué es BDSM y que no son muy difusos, es perfectamente habitual que, en diferentes momentos, se juguetee con las practicas BDSMeras más suaves (alguna atadura, cachetes esporádicos, arañazos, tirones de pelo…) en el marco de encuentros «muy apasionados».

En muchas ocasiones, el acceso a determinado material literario o audiovisual (escenas de películas, capítulos de libros… Por ejemplo, la película «Secretaria») permite detectar e integrar determinados estímulos en el fantasionario de cada persona, y desde allí, iniciar el proceso.

Pero, existe una alternativa a la secuencia de llegada al BDSM por crecimiento y experimentación personal…. Que es algo más chocante: Que te lo pida tu pareja

A MI PAREJA LE VA EL SADOMASOQUISMO

(clicka aquí y lo hablamos).

Tras las muy típicas reacciones de «yo nunca había pensado – hecho nada de esto» y «no podía imaginarme que mi pareja le fuera este rollo y me lo pidiera», el invitado a dejar atrás el mundo vainilla entra en tensión académica ….

Tiene que aprender algunas cosas.

Pero, no temas, la cosa no es grave.

¿Cómo diferenciar entre el maltrato de género y el BDSM?

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